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Navegando en estos días por Internet, me tope con una historia en la que vi reflejado lo que son capaces de hacer nuestros hijos -los de todos- hoy día. Entendí que talentos de este tipo tenemos de sobra en nuestra patria, que nuestros muchachos son así de brillantes, de cuestionadores del sistema y de independientes y lo más importante, me di cuente de que actitudes como esta que les voy a reseñar; Son las que a todo nivel debemos estimular para asegurar que el futuro de nuestro país sea lo que tiene que ser "GRANDE".
La siguiente es una carta enviada al diario La Presse de Montreal Canadá, por alexandre Calandra, profesora de física de la Universidad de Washington, publicada el 27 de Septiembre de 1989. Dado el interés y el buen humor que refleja, se las entrego para que la disfruten.
Hace algún tiempo recibí una llamada de un colega que me solicitaba ser arbitro en la corrección de un examen. El estaba seguro de calificar con cero a un estudiante por su respuesta a una pregunte de física, mientras que el estudiante aseguraba que debía recibir la totalidad de los puntos previstos, a menos que "el sistema" estuviese en contra suya.
El profesor y el estudiante se habían puesto de acuerdo a someter el caso a un arbitro imparcial y me eligieron como tal. Fui al despacho de mi colega y allí leí la pregunta del examen: "Demuestre como es posible determinar la altura de un gran edificio con la ayuda de un barómetro".
El estudiante había respondido: " Suba el barómetro al techo del edificio, amárrelo a una cuerda larga, descuélguelo hasta la calle. Enseguida vuélvalo a subir y mida la longitud de la cuerda. La longitud de la cuerda equivale a la altura del edificio."
Hice notar que el estudiante tenia un argumento bastante plausible para que le fuera otorgada la totalidad de los puntos, puesto que había respondido completa y correctamente a la pregunta formulada, pero, si tal calificación le era asignada, quedaría en ventaja sobre los demás alumnos. Sugerí entonces que el estudiante tuviera una nueva oportunidad para responder a la misma pregunta.
No me sorprendió que mi colega estuviera de acuerdo, en cambio, me asombro que el alumno asumiera una posición similar.
Concedí entonces al estudiante seis minutos para que pudiera responder a la pregunta, advirtiéndole que la respuesta debía demostrar un cierto conocimiento de la física. Transcurrieron cinco minutos y no había escrito nada. Le pregunte si quería abandonar la prueba, pero respondió, "NO" tengo varias Soluciones al problema y estoy tratando de definir cual seria la mejor. Me disculpe muy apenado por interrumpirlo y le pedí que continuara.
En el minuto siguiente, garrapateo esta respuesta " Lleve el barómetro al techo del edificio e inclínese sobre el borde, deje caer el barómetro y mida el tiempo de su caída con un cronometro. Luego calcule la altura del edificio empleando la formulo "S=AT2". Esta vez le pregunte a mi colega si aceptaba la respuesta. Accedió y asigno casi la totalidad del puntaje.
Yo me preparaba para salí, pero el estudiante me detuvo, diciéndome que tenia otras respuestas al problema. Le pregunte cuales eran. "Ah, sí!", dijo el estudiante. "Hay varias maneras de determinar la altura de un gran edificio. Con la ayuda de un barómetro: "Se puede, por ejemplo, sacar el barómetro en un día soleado, medir su altura, el largo de su sombra y el largo de la sombra del edificio y después, empleando una simple proporción, calcular la altura del edificio". "Muy bien"! le respondí, ¿y las otras?."SI", me dijo. "Existe un método de medida fundamental que a usted le encantara. Según este método, usted toma el barómetro y sube por las escaleras, al subir, va marcando la longitud del barómetro, a lo largo del muro, luego cuenta el numero de marcas y obtiene la altura del edificio en "UNIDADES BAROMETRICAS". Es un método muy Directo.
Naturalmente, si quiere un método mas sofisticado, puede amarrar el barómetro a una cuerda, balancearlo como un péndulo, y determinar el valor "G" al nivel de la calle y al nivel del techo del edificio. La altura del edificio puede, en principio, calcularse a partir de la diferencia entre los dos valores obtenidos.
Finalmente, concluyo que existían varias maneras de resolver el problema, además de las ya mencionadas: "Probablemente la mejor", dijo "es tomar el barómetro golpear la puerta del administrador del edificio. Cuando este responda usted le dice de esta manera: Señor administrador, he aquí un excelente barómetro. Si Ud. me dice la altura del edificio, se lo regalo". En ese momento le pregunte si conocía la respuesta convencional al problema. Ante la pregunta admitió que si, pero me argumento, que estaba harto de todos aquellos maestros que desde la secundaria pretendían enseñar como pensar, como emplear el método científico, como explorar las profundidades de la lógica de un tema hartamente estudiado, y todo eso de una manera pedante como sucede amenudo en matemáticas modernas, pero sin mostrar la estructura misma del tema tratado.
De regreso a mi oficina, reflexione por largo tiempo sobre este estudiante. Mejor que todos los informes sofisticados que hasta entonces había leído. Él acababa de enseñarme la verdadera pedagogía, la que se apega a la realidad.
Desde ese momento entendí que:
"Con jóvenes como este, no le temo al futuro"
NI YO TAMPOCO.!!
Amanecerá y Veremos.-
Romulo E Lander Hoffmann
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