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Adaptación
de un capitulo de Gargantua y Pantagruel
En tanto
estaban en estos coloquios, Gargamelle (Venezuela) comenzó a tener
dolores. Entonces Grandgousier, que estaba tendido sobre la hierba, (
o mas bien alrededor de un saman ) se levantó y, pensando que serían
los dolores del parto, la consoló cariñosamente, diciéndole
que se tumbara en el saucedal, que pronto se le pasarían. También
a él le convenía mostrar buen ánimo ante la venida
de su angelote; y si bien es cierto que ella sentiría algún
dolor, el gozo que luego la invadiría le haría olvidar todas
estas molestias, de suerte que no conservaría ni siquiera el recuerdo.
-Nuestro Salvador dice, según el Evangelio de San Juan, XVI: "La
mujer, en los dolores del parto, está poseída de tristeza;
mas una vez ha dado a luz no recuerda siquiera su angustia".
-Bien dices -repuso Gargamelle-. Prefiero oír esas palabras del
Evangelio y me siento mejor que cuando oigo contar la vida de Santa Margarita
o cualquier otra beatería.
-¡Miedosa! -replicaba Grandgousier-. Date prisa con éste,
que en seguida (antes de que los incautos de den cuenta) haremos otro.
-¡Qué poco os cuesta a los hombres decirlo! Bien, ¡pardiez!,
seré fuerte, si ése es tu gusto, pero ¡plugiera a
Dios que te lo hubieran cortado!
-¿El qué? -inquirió Grandgousler.
-¡No seas necio! Bien sabes a lo que me refiero.
-¿Te refieres a mi miembro? ¡Pardiez! Si así lo quieres,
manda traer un cuchillo.
-! NO lo permita Dios! Que El me perdone.. No lo he dicho de corazón,
y te pido que no tomes en cuenta mis palabras. (Aunque de todas maneras
pienso que tu no serias capaz) Pero si Dios no me echa una mano, presiento
que hoy será un duro trance; y todo por culpa de tu miembro, para
que te desahogaras a placer.
-¡Valor, valor! -repuso él-. No te inquietes por lo demás
y deja obrar a la naturaleza. Entretanto, voy a despachar unos cuantos
tragos. Pero, por si acaso te sintieras mal, no me alejaré mucho;
te bastará con gritar un poco y en seguida me tendrás a
tu lado.
Al poco rato, Gargamelle empezó a suspirar, a lamentarse y a llorar.
Al instante acudió de todos lados un buen número de matronas,
las cuales, palpándole la vagina, dieron con algunos trozos de
piel bastante maloliente, lo que les indujo a pensar que el niño
estaba por llegar. Pero lo que en verdad ocurría era que, en razón
al reblandecimiento del intestino recto -al que llamáis tripa cular-
se le escapaba el fundamento a consecuencia de haber comido demasiados
callos, (muchos de los cuales, hoy por cierto, dicen que fueron engañados,
por semejante bribón!!!) como ya antes hemos dicho.
Acto seguido, una vieja malcarada de la reunión, (que según
mis cálculos: o se llamaba Adina, o Lina, o algo parecido) que
gozaba de gran reputación como curandera y que formaba parte de
la comunidad desde que, sesenta años antes, viniera de Brisepaille,
cerca de Saint-Genou,(flexe) le hizo un astringente tan tremebundo que
las membranas de la vagina se contrajeron hasta el punto de que difícilmente
habríais podido separarlas con los dientes..., (Creo que al menjurge
lo llamaron algo así como constituyente) cosa que da miedo pensar;
otro tanto hizo el diablo en la misa de San Martín, pues luego
de tomar por escrito los chismorreos de dos mujeres galas, (¿Malas?)
estiró a fuerza de dientes su pergamino. (aunque siempre se le
levantaba por la otra punta)
Esta dificultad hizo que se relajaran los cotiledones de la matriz, por
los cuales saltó el niño, que penetrando por la vena cava
y subiendo luego por el diafragma hasta los hombros, donde dicha vena
se divide en dos, tomó el camino de la izquierda y salió
por la oreja del mismo lado.
En cuanto hubo nacido, no exclamó como los otros niños:
"Migas, migas!" sino que grito con fuerza: "¡A beber,
a beber!",A Joder a Joder!!! como invitando a todo el mundo. Y tales
fueron sus gritos, que se le oyó en todo el país de Beusse
y de Bibarais..
Algunos años después Nadie; según cuentan ellos mismos.
Había asistido; ni al parto, ni a la fiesta, ni mucho menos a los
desmanes del tan mal nacido muchacho.
Amanecerá y Veremos.
Rómulo E Lander Hoffmann
Marzo 2004
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