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Frecuentemente escuchamos decir, y estoy de acuerdo con el concepto,
Que la familia es la célula esencial de la sociedad, pues bien,
así como la familia representa este rol, podríamos decir
que los condominios son el espejo de ella. Los condominios son, básicamente,
un país en pequeño. Basta con observarlos detenidamente
para comprobar que; sin ninguna excepción, se presentan en estas
comunidades los mismos problemas en micro, que los del país en
macro. Veamos como podemos establecer las analogías:
1.- El presupuesto: Indefectiblemente siempre es deficitario, básicamente,
porque existe un porcentaje de la comunidad que por diversas razones
no paga a tiempo los gastos que su propiedad genera. Aunque bien saben
que sin estos pagos, es absolutamente imposible que se desarrollen normalmente
las actividades del conjunto. Una vez asumida esta actitud, los eternos
deudores, se dedican a cuestionar todas y cada una de las actuaciones
de los miembros de la junta de condominio, y de quien lo administra.
Esto, con la finalidad de aparecer ante su conglomerado como salvador
con su arpa, y generar desconcierto y división dentro de su comunidad;
Que es exactamente la estrategia que usan ciertos políticos que
se desgarran las vestiduras ofreciendo cambios, pero para seguir igual.
2.- La cuotas condominiales: Estas representan a los impuestos. Aquí,
se presenta una situación por decir lo menos, interesante. Por
que absolutamente todos los condominios saben, y lo saben porque así
lo dice el documento de propiedad que cada uno firma al momento de la
compra del inmueble, que el sitio de cobro del inmueble es su ubicación
geográfica. No obstante, muchos exigen les sea remitido vía
fax o correo los recibos; pero queriendo evadir los costos que ello
representa, o adjudicándoles ellos mismos el valor que deberían
pagar por estos extra servicios, lo que va en desmedro de los que viven
en el conjunto y no generan este tipo de gasto, ni tienen porque asumirlo
como un gasto común.
Aun mas, por esa misma circunstancia de vivir geográficamente
distantes, en un gran porcentaje se sucede un atraso Involuntario
de dos, tres, cuatro
.meses, con lo que se hace muy difícil mantener
un flujo de caja adecuado y por lo tanto, tal cual como ocurre con los
déficit fiscales, se produce un aumento de las cuotas condominiales
(impuestos) para poder compensar parte del déficit presupuestario,
y que por supuesto, solo lo pagan aquellos condomines que están
al día, dado que pagan a precios de hoy lo que otros pagaran
a con dinero devaluado, el día de mañana.
Existen varios mecanismos, al igual que con los impuestos, para presionar
al pago de estas obligaciones; Intereses de mora, Honorarios profesionales,
cobros extra judiciales, etc.
Pero invariablemente mucha gente se empeña
en evadirlos aduciendo para ello infinidad de argumentos. Invariablemente,
para no asumir sus responsabilidades cuando les corresponde.
3.- La Apatía: Al igual de lo que sucede con el país político,
los condominios, por regla general, lo cual me excusa con las excepciones,
prefieren vivir esa suerte de democracia representativa, pero que en
realidad, no representa a nadie, que en una democracia verdaderamente
participativa, dado que es mas fácil no involucrarse cosa que
definitivamente genera problemas y dado que siempre estamos muy ocupados
y por supuesto; tomando en cuenta lo muy valioso de nuestro tiempo (no
así el de los demás) , preferible pues, que otro se haga
cargo del manejo de nuestra casa, pero eso si; Mucho cuidado con equivocarse,
porque le caen las siete plagas de Egipto
Somos un pueblo ciertamente joven, pero no por eso inmaduro, bien sabemos
todos, lo difícil que resulta armonizar los diferentes criterios
de una comunidad. Entonces; ¿Por qué dejar esta difícil
tarea a los que circunstancialmente están al frente? ¿No
seria Mejor acaso involucrarnos y aportar soluciones a nuestros problemas
comunes? ¿No seria mejor utilizar la presencia constante; Tanto
para dar apoyo a quienes cumplen con la difícil tarea de trabajar
por nosotros, como para poder ejercer una mejor supervisión y
control de nuestra propiedad común?
Definitivamente, una buena manera de comenzar a cambiar nuestro país,
es comenzar a cambiar nuestro entorno: La familia, La cuadra, La urbanización,
El condominio, La republica, El Estado.
Debemos empezar a entender que EL PODER NO ES DE QUIEN CIRCUNSTANCIALMENTE
LO DETENTA, ello es así, porque somos nosotros los que decidimos
que allí estén, Por lo tanto, EL PODER SOMOS CADA UNO
DE NOSOTROS. Tiene verdadero poder, aquel que cumple con sus deberes
y por lo tanto puede EXIGIR sus derechos.
Los derechos, cuando se ha cumplido a cabalidad con los deberes, no
se mendigan, se exigen, se toman, puesto que nos pertenecen y no podemos
permitir que absolutamente nadie haga uso de ellos ni mucho menos actúe
en nombre de ellos, para provecho propio.
Como colofón, quisiera compartir con Uds. una serie de definiciones
que el buen vecino Edgard Corao me hizo llegar en una oportunidad, con
la intención de distender una situación en nuestro condominio:
Concepto sobre la personalidad de los vecinos que dicen convivir en
un conjunto residencial:
1.- Los vivos: Aquellos que gozan Una B
a costa de los demás
2.- Los pendejos: Carne de cañón de los detractores
3.-El presidente de la junta: Generalmente (aunque existen sus excepciones)
una persona honorable, que próxima a concluir su mandato, la
califican de banquero prófugo; aunque siga siendo un limpio,
pero con más canas.
4.- El conserje: Persona que todo el día esta trabajando atendiendo
a todo el mundo, pero
cuando va al baño, se escucha decir por
los pasillos: Ese bicho si que es flojo; Hay que botarlo
.botarlo
!
5.-El depredador: Pura verborrea para convencer a los demás de
que nada sirve, pero a quien esconde en realidad, es a si mismo...
6.- El inteligente, aquel que entendió
7.- El Bruto: Lamentablemente, siempre será infeliz.
Podemos encuadrar dentro de cualquiera de estas definiciones. Solo esta
en nuestras manos ubicarnos.
Este tipo de posiciones, de actuaciones y de omisiones son las que generan
la aparición de personajes que a travez de la historia han dejado
su huella indeleble de destrucción.
Después no digan que no se los dije.
Amanecerá y veremos.
Rómulo E Lander Hoffmann.
Margarita Enero 1997
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