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A estas alturas, 12 años más tarde; ¿como es posible
que un personaje que ha sido nefasto y debería ser solo historia,
es mas, historia antigua, se erige como paradigma, como punto de comparación
entre sus logros y los muchos de nuestra perdida democracia?
Hemos visto y oído a diario durante estos largísimos años
al aprendiz de dictador dando, o mejor dicho intentando dar clases de
moralidad, de probidad y de decencia. QUE TRISTEZA... Pero... ¿Es
que acaso no es eso lo que vemos frecuentemente en nuestra Venezuela
actual?
¿Acaso no es cotidiano ver a los que delinquen, transgreden y
abusan enristrar la bandera de la salvación? (CHAVEZ...)
¿Es que acaso no vemos a "estos personajes," a estos
oportunistas aplaudir, clamar o callar ante las barbaridades que a diario
se cometen?
Todo esto y más, pasa exactamente frente a nosotros sin que muchos
de nuestros conciudadanos tomen conciencia, tomen poca o ninguna actitud,
poca o ninguna acción para que ello no suceda. Es mas fácil,
hay mucho dinero en la calle y la necesidad o la ambición es
mucha.
Ciertamente gran parte de nuestra sociedad está enferma. Enferma
de inacción, enferma de indolencia, enferma de dinero fácil,
enferma a morir por no querer enfrentar los problemas hoy, así
sepamos que al evadirlos se tornarán mayores y nos arrastran
indefectiblemente a un profundo mar de la felicidad…
Es tiempo de empezar a recuperar el espacio perdido. Espacio que nos
han robado más por que nos lo hemos dejado quitar, que por que
en realidad quienes lo han hecho sean excepcionalmente hábiles
para hacerlo.
Es tiempo de empezar a señalarlos a su paso. Que todos estos
"personajes" que medran y se aprovechan del intencionado desmadre
sepan que los reconocen por donde transitan.
Que sientan que no serán bienvenidos ni agasajados a su llegada
a sitios públicos o privados, dejar de invitarlos a nuestras
casas porque "dan notoriedad".
Es tiempo de dejarles saber que conocemos sus verdaderas capacidades,
que son solo: algo de verbo, un poco de astucia, mucho de audacia y
poco o nada de probidad, de ética o de decencia.
Escuchamos a cada rato como "estos personajes" basan y apuntalan
su circunstancial presencia, en el desprestigio y la descalificación
del resto de los interlocutores, cuando realmente son ellos los que
carecen de validez.
Es tiempo de dejar de jugar sólo a ganador aun a sabiendas de
que ese ganador solo representa a sus propios intereses.
Debemos dejar de lado ese temor a enfrentar los problemas y tomar definitivamente
el control de nuestras vidas y de nuestro devenir histórico.
Cuando un pueblo toma como ejemplo a aquellos que no son los que deberían
ser, pero que están donde no deberían estar, lo que se
evidencia no es que todo tiempo pasado fue mejor, sino que hemos fracasado
en el intento de construir al país que realmente queremos los
que somos verdaderamente su mayoría; Hombres y mujeres serios,
trabajadores, dedicados a nuestros hogares y con hijos de iguales características.
Esa es sin duda nuestra responsabilidad histórica y tenemos que
asumirla.
Ahora bien, de ninguna manera quiere decir esto que todo está
perdido, por el contrario; más bien quiere decir que él
POR AHORA "sin Chávez" ha llegado y esta a la vuelta
de la esquina en el 2012. Que es aquí y ahora el tiempo de recomenzar,
de reconstruir lo que pueda ser reconstruido, de aprovechar lo poco
de bueno que puedan haber creado o dejado en estos doce años,
de iniciar nuevos caminos hacia una patria justa y digna, donde la medida
de lo bueno no sea mediocridad, donde millares de compatriotas excelentes
(que sin duda los hay) sean los que lidericen el cambio y no sean solo
unos pocos de "dudosa capacidad" los que nos dirijan.
Es tiempo de dejar a nuestros hijos una patria Digna, sin vivos bobos,
sin demagogos y oportunistas de esos que tanto abundan siempre pletóricos
de imposibles y nunca ahítos de poder, aun a costa de la miseria
de sus congéneres.
Es tiempo de estar UNIDOS alrededor de un proyecto único de país.
Es deber de quienes pretenden representarnos el elaborarlo y a futuro
lograrlo. Todos aquellos (sin excepción) que presten sus capacidades
al país y aspiren a la candidatura presidencial tienen el obligatorio
e impostergable deber de sentarse en la misma mesa y producir ese proyecto
de país posible y sobre todo deseable por todos. Un proyecto
de país verdaderamente inclusivo que comience a solventar la
vieja deuda que como sociedad teníamos y tenemos para con los
que fueron injustamente excluidos.
A estas alturas aunque es importante quien logre la postulación,
mucho más lo es la UNIDAD de criterios, la UNIDAD de acción
para rescatar con votos nuestra maltrecha democracia.
Dios y la Patria se los premiará.
Parte de este artículo es reposición de uno escrito en
1997, ya estábamos enfermos...
AMANECERA Y VEREMOS.-
Rómulo Enrique Lander Hoffmann.
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