POLíTICA
Nuestra verdadera crisis



 

 

En Venezuela durante los últimos doce años el gobierno, por sus políticas fiscales y monetarias, ha sido particularmente nocivo para la economía y aunque en términos relativos; entre maquillajes, propaganda y misiones ha logrado vender una ilusión de abundancia y crecimiento, lo que la realidad ha hecho es empobrecer a la nación vía inflación, devaluaciones reiteradas de la moneda y sobre todo una crisis de inversión que se ha visto especialmente reflejada en la no menos pavorosa crisis y declinación acelerada de nuestro aparato productivo. Cosa por cierto bien diferente a la destrucción intencional a la que ha sido sometido.

Es indudable el estado de constante crisis al que hemos estado sometidos los últimos doce años, crisis que afinca su magnitud en el total desperdicio de los inmensos recursos de la ultima década y que ascienden a mas de un millón de millones de dólares provenientes del petróleo, de la recaudación fiscal (o sea de nuestros bolsillos) y de la deuda interna y externa, que desde niveles bastante inferiores a los treinta mil millones en 1998, ha remontado a más de 100.000.000,00 de dólares al día de hoy. Y a pesar de ello, tanto el petróleo como la salud, la educación, la moneda, la agricultura y la población en general están en una profunda crisis.

Algunos de los economistas del régimen para vender ilusiones y justificarlo, aducen que el nivel de endeudamiento del país es sumamente bajo respecto al PIB ya que otros países reflejan cifras muy superiores en el porcentaje PIB/endeudamiento. Lo que no dicen, es que en la mayoría de estos países, a diferencia del nuestro y a pesar de la crisis en que algunos se encuentran, ese endeudamiento en su mayoría es reproductivo y mas temprano que tarde dará sus frutos y en cambio a nosotros solo nos dará más crisis y más miseria.

De alguna manera inexplicable, los economistas del gobierno se han dado cuenta de que el servicio de la deuda a corto plazo generara una crisis de flujo de caja porque los pagos correspondientes a los diferentes vencimientos son demasiado cuantiosos, lo que hace poco recomendable “por ahora” a las emisiones de bonos. De allí que el presidente para posponer en el tiempo esa crisis futura, generó ayer una nueva crisis al enseñar de nuevo el tramojo y amenazó una vez más a los bancos.

Amenaza que al final a quien la hace es a nosotros mismos. Porque los reales que están depositados en ellos no son de los banqueros, son nuestros, producto de nuestro trabajo y de nuestro diario esfuerzo. Y si llegare a suceder eso de ponerle la mano a las instituciones bancarias para que sean manejadas a imagen y semejanza de la banca publica si que generará una verdadera crisis que acabará empujando a todo el mundo a refugiarse en el dólar y forzando a una nueva devaluación, o lo que es igual: más crisis.

Total que pareciera que como que no les importa el país y esa es nuestra verdadera crisis, la de valores.

Amanecerá y veremos.

Romulo E Lander Hoffmann

http://www.romulolander.com

ago. 2011


 

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