POLíTICA
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Quien hoy nos desgobierna, hábilmente y con munificencia extrema (sic) -Con dinero ajeno, es decir NUESTRO- ha colocado los temas de la pobreza y la exclusión y “la lucha contra ellos” en el centro de la escena. Logrando así que vivamos de esperanzas y de desear para preñar. Para ello se ha valido de una serie de programas sociales, algunos de ellos de indiscutible necesidad, cuyos resultados -fuera del bozal de arepa- han sido desastrosos por la ineficiencia y por la obscena corrupción que rodea a algunos de ellos. (Buena muestra son los contenedores de comida podrida de PEDEVAL) Hoy a pesar del disfraz no cabe la menor duda de que hemos vuelto al
pasado-pasado, con costos y deudas sociales muy superiores a los que
en su momento produjeron a este deslave. En los 40 años de nuestra imperfecta democracia (imperfecta pero funcional) TODOS podíamos ser propietarios. Hasta el más humilde compatriota podía ser propietario e algo, sin temor a que el resultado de su esfuerzo fuera EXPROPIADO. En nuestra imperfecta democracia si bien era cierto que había algunos más iguales que otros, en general, quien buscaba justicia la obtenía. Tanto así, que muchos de quienes hoy nos desgobiernan hicieron uso de ella en provecho propio y hoy están donde están, ¿o no? En nuestra imperfecta democracia, no existían expropiaciones de empresas a troche y moche y mucho menos sin pago alguno por ellas. Y cuando se nacionalizo alguna de ellas, como la industria petrolera, se hizo honrando la deuda contraída con las empresas internacionales y respetando la meritocracia en casi todos sus niveles logrando convertirla en modelo mundial de excelencia. PDVSA llego a colocarse entre las 5 compañías más importantes del mundo; tanto en calidad como en rendimiento económico. 10 años después no aparece entre las 100 primeras, (tampoco el país) El proceso de descapitalización basado en la apropiación inconstitucional e ilegal de los activos privados al que han sometido al país quienes nos desgobiernan sin duda nos pasara factura en un futuro no muy lejano dado que implica tanto la destrucción del aparato productivo, como la de su contingente laboral. Implica así mismo echar a la basura millones de horas hombre de un personal que a todo nivel había sido entrenado para fines respectivos. Implica también una desmotivación inversamente proporcional al grado de politización de las empresas expoliadas, que sin duda se traduce, como lo hemos constatado en las que hasta ahora han sido sujeto de estas medidas, en reducciones drásticas de su producción e inclusive hasta su desaparición, con el consecuente daño a la economía de la nación. Sin lugar a dudas que en el mediano plazo, dada la transferencia de activos de la propiedad privada al Estado, el costo económico y social por la generación y ampliación de la pobreza que ello implica, se mostrara en toda su crudeza e intensidad. Si algo ha demostrado la historia es la ineficiencia del estado como administrador y la desmotivación que en los sujetos económicos se produce al comprobar estos que la propiedad estatal es solo derecho de uso y Que en lo adelante lo suyo no ser suyo, que en cualquier momento o por cualquier motivo, podrían ser despojados de lo que con tanto esfuerzo han logrado. Está fuera de discusión, que los incentivos naturales que mueven y promueven el desarrollo económico y social de una nación se apoyan en el sentido de propiedad que sus habitantes tienen. Demoler como lo están haciendo lo que resta del marco jurídico de la nación respecto a los derechos de propiedad tendrá un altísimo costo político y social que más temprano que tarde los alcanzará. No sin antes destruir lo que nos va quedando de país Nada de lo que hasta ahora nos ha sucedido ha sido producto del desconocimiento, la ignorancia o la ineficiencia, como muchos ingenuamente (¿?) piensan. Todo, absolutamente todo lo que quienes nos desgobiernan acometen, es una estrategia detenidamente diseñada para alcanzar un grado tal de control que permita lograr la total dominación política y social. Es por eso que el control del aparato económico es indispensable. Tenemos la impostergable necesidad de impedir que continúe el
avance de este Estado avasallador. Para ello tenemos delante de nosotros,
quizás, la ultima oportunidad de salir, por la vía de
los votos, de quienes hoy nos desgobiernan. De no hacerlo, nos convertiremos en agentes serviles y en esclavos de nosotros mismos. Y navegaremos en un mar de la felicidad tan feliz como el de los hermanos cubanos o como el que en su momento tuvieron los ciudadanos de la extinta Unión Soviética. Tenemos por delante, además una oportunidad de oro el aporte de un conjunto de jóvenes y no tan jóvenes dispuestos a construir país. Jóvenes y no tan jóvenes dispuestos a conducir al país por las sendas del desarrollo. Apoyémoslos con entusiasmo. Brindémosles nuestro concurso iendo a votar en las primarias y derrotando en octubre del 2012 el abstencionismo electoral que únicamente favorece a quienes hoy nos desgobiernan. NO SOLO EL DINERO ES IMPORTANTE. Es tiempo de sentarnos a discutir un nuevo proyecto de país que sea deseable por TODOS pero sobre todo, tendrá que ser UN PROYECTO DE PAIS POSIBLE! Amanecerá y Veremos.
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