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Unos
Meses atrás, vi un programa por la televisión en el que
entrevistaron al General Marcos Pérez Jiménez, y ciertamente
que sentí una inmensa tristeza y una desesperanza mayor aún.
Porque a estas alturas, treinta y nueve años mas tarde; el que
un personaje que se supone fue nefasto, que se supone debería ser
solo historia, es mas, historia antigua, se erige como paradigma, como
punto de comparación entre sus logros y los de nuestra democracia.
Vi y oí al Ex dictador dando, o mejor dicho, intentando dar clases
de moralidad, de probidad y de decencia. QUE TRISTEZA... Pero... ¿
Es que acaso no es eso lo que por todas partes vemos en nuestra Venezuela
actual?
¿Acaso no es cotidiano ver a los que delinquen, transgreden y abusan
enristrar la bandera de la salvación? (CHAVEZ...?)
¿Es que acaso no vemos a "estos personajes," a estos
oportunistas, aplaudir y clamar por actos honestos y gestiones transparentes?
Todo esto y más, pasa exactamente frente a nosotros sin que tomemos
poca o ninguna actitud, poca o ninguna acción para que ello no
suceda.
Ciertamente nuestra sociedad está enferma, enferma de inacción,
enferma de indolencia, enferma a morir por no querer enfrentar los problemas
hoy, así sepamos que al evadirlos se tornarán mayores y
fuera de todo control.
Es tiempo de empezar a recuperar el espacio perdido, espacio que nos han
robado, más por que nos lo hemos dejado quitar, que por que en
realidad quienes lo han hecho sean excepcionalmente hábiles para
hacerlo.
Es tiempo de empezar a señalarlos a su paso. Que todos estos "personajes"
sepan que los reconocen por donde transitan.
Que sientan que no serán bienvenidos ni agasajados a su llegada
a sitios públicos o privados, dejar de invitarlos a nuestras casas
porque "dan notoriedad".
Es tiempo de dejarles saber que conocemos sus verdaderas capacidades,
que son solo: algo de verbo, un poco de astucia, mucho de audacia y poco
o nada de probidad, de ética o de decencia.
Escuchamos a cada rato como "estos personajes" basan y apuntalan
su presencia, en el desprestigio y la descalificación del resto
de los interlocutores, cuando realmente son éllos los que carecen
de validez.
Es tiempo de dejar de jugar sólo a ganador aun a sabiendas de que
ese ganador solo representa a sus propios intereses.
Debemos dejar de lado ese temor a enfrentar los problemas y tomar definitivamente
el control de nuestras vidas y de nuestro devenir histórico.
Cuando un pueblo como el nuestro toma como ejemplo a aquellos que no son
los que deberían ser, pero que están donde no deberían
estar, lo que se evidencia no es que todo tiempo pasado fue mejor, sino
que hemos fracasado en el intento de construir al país que realmente
queremos los que somos verdaderamente su mayoría. Hombres y mujeres
serios, trabajadores, dedicados s nuestros hogares y con hijos de iguales
características.
Ahora bien, de ninguna manera quiere decir esto que todo está perdido,
por el contrario; más bien quiere decir que él POR AHORA
"sin Chaves" ha llegado, que es aquí y ahora el tiempo
de recomenzar, de reconstruir lo que pueda ser reconstruido, de iniciar
nuevos caminos hacia una patria justa y digna, donde la medida de lo bueno
no sea mediocridad, donde los millares de compatriotas excelentes sean
los que lidericen el cambio y no sean unos pocos de "dudosa capacidad"
los que nos dirijan.
Es tiempo de dejar a nuestros hijos una patria Digna, sin vivos bobos,
sin demagogos y oportunistas de esos que tanto abundan siempre pletóricos
de imposibles y nunca ahítos de poder, aun a costa de la miseria
de sus congéneres.
AMANECERA Y VEREMOS.-
Romulo Enrique Lander Hoffmann.
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